¿Qué tal las vacaciones, nena? ¡Las mías estupendas! No he descansado mucho, la verdad, pero ya sabes que yo no soy feliz si dejo el cucu quieto. Con este kit-kat bloguero se me han acumulado las cosas que quiero compartir contigo: barranquismo, padel surf, carreras populares (¡he coronado un podium!), senderismo, wind surf, snorkel, natación… ¡no sé por dónde empezar! Muchas sensaciones nuevas y momentos inolvidables.
Pero quizás una de las experiencias más románticas de mi vida ha sido mi escapada en bicicleta. ¡Así voy a romper el hielo!
¿Qué tal las vacaciones, nena? ¡Las mías estupendas! No he descansado mucho, la verdad, pero ya sabes que yo no soy feliz si dejo el cucu quieto. Con este kit-kat bloguero se me han acumulado las cosas que quiero compartir contigo: barranquismo, padel surf, carreras populares (¡he coronado un podium!), senderismo, wind surf, snorkel, natación… ¡no sé por dónde empezar! Muchas sensaciones nuevas y momentos inolvidables.
Pero quizás una de las experiencias más románticas de mi vida ha sido mi escapada en bicicleta. ¡Así voy a romper el hielo!
La primera vez que me plateé hacer un viaje en bici fue mientras trabajaba en la película hispano-brasileña ONDE ESTA A FELICIDADE?. Teníamos unos días de rodaje por el Camino de Santiago y no parábamos de ver peregrinos sobre ruedas. Me parecía una experiencia maravillosa recorrer más de 700 km en pocos días gracias a la potencia de tus piernas. Me prometí a mi misma que algún día lo intentaría…
Mi nene y yo teníamos unos días de vacaciones y después de un chaparrón de ideas llegamos a tres conclusiones:queremos playa, deporte y salir de España.
Reservar un vuelo con antelación siempre es arriesgado para una actriz, y en verano comprar los billetes en el último momento puede resultar una odisea, así que las opciones se reducen. La solución perfecta no tardó en llegar a mi cabeza : el viaje en bicicleta. El Camino de Santiago no cumplía los requisitos para esta ocasión, y hablando del tema con nuestra amiga Mónica, ya experta en cicloviajes, se encendió la bombilla:
-Tenéis que ir a Las Landas. Vais a flipar.
¿Y eso dónde está? ¡No lo he oído en mi vida!
Kilómetros y kilómetros de bosques pegados a interminables playas bañadas por el Atlántico. ¡Un paraíso vaya!
El destino era fantástico. Ahora teníamos que organizar nuestro primer viaje de cicloturismo. Te cuento los pasos que seguimos:
1. Conseguir una bici.
Primer paso fundamental. Hace muchos años que utilizo la bicicleta como medio de transporte. Tengo una Brompton, idealas para la ciudad. Con ella voy al teatro, al cine, a restaurantes, conciertos…. incluso la he metido varias veces en los maleteros de los taxis.
Pero para este viaje me apetecía llevar una bici más adecuada, con ruedas más grandes y apropiadas para pistas de tierra.
En un principio quise alquilar una, pero por el mismo precio podría comprarla… Luego pensé: » y ¿dónde la guardo?» En mi casa ya no hay sitio, y aparcarla en la calle no es una opción. Desde luego los amigos son tesoros, y Oscar estuvo encantado de dejarnos su estupenda Mountain Bike. Mi chico tenía otra, así que primer paso solucionado. GRACIAS OSCAR. Con cambiar el ancho de las cubiertas de las ruedas, ponerle un transportín, una luz trasera y un enganche para la bolsa frontal , ya estaría preparada.
2. Seleccionar equipaje.
Mónica es otro sol, siempre dispuesta ayudar. Enseguida se ofreció a cedernos sus alforjas. GRACIAS MÓNICA. Preparar las alforjas requiere su tiempo. “¿Y yo qué me voy a poner? ¿Hará mucho calor? ¿Lloverá?” Obviamente cuentas menos cosas lleves más ligera irá tu bici. “Nada de tacones, si salgo por la noche me pongo mis zapatillas de running, que son divinas, y además también puedo correr con ellas si me entra el mono.” Hay que cargar lo fundamental e imprescindible.
Te enumero algunas cosas de las que yo llevé, por si te inspira o ayuda a la hora de preparar tu alforja.
-5 braguitas y 5 pares de calcetines. Al final sólo utilicé 3 de cada. Cada noche lavaba mi ropa interior y la colgaba al día siguiente en las alforjas para que se secaran.
-Una botellita de plástico con Norit y pinzas para colgar la ropa mojada.
-4 Camisetas, 3 sujetadores deportivos, 2 pantalones de algodón, 1 sudadera, 1 chubasquero abrigoso y otro vaporoso. Para los pies unas chanclas, mis zapas de running y otra cosa importante:
-Unas zapatillas especiales para montar en bicicleta con colas calas (anclajes que se enganchan al pedal). Molan mucho porque la suela dura evita que tu planta del pie se dañé con los pedales. Además a la hora de subir cuestas hacen que todos los músculos de la pierna trabajen, el empuje es hacia arriba y hacia abajo, ayudan a mantener la constancia y aumentar la potencia. A a mí me resultan estupendas y me facilitan el pedaleo. También quiero que sepas que tienes que practicar un poco con ellas, sobre todo el momento de sacártelas. No tiene mayor complicación, pero hay que conocer bien el movimiento del tobillo para desengancharse y no darte un castañazo cuando quieras parar. Sí, nena, te lo dice una que se fue al suelo nada más probarlas. -2 Culottes buenos. IMPRESCINDIBLE. Para las que no estamos acostumbradas a hacer tantos kilómetros en bici el dolor de posadera puede ser un suplicio. Yo fui a una tienda especialista en bicis y me recomendaron el culotte en lugar de la funda de gel para el sillín. Al parecer la funda puede moverse y resultar incómoda. Pero para gustos, colores. Además pensé que tendría que estar sacando y poniendo la funda cada vez que dejara la bici, para evitar hurtos (qué por cierto los tuvimos, ya te contaré…).
-Bolsas plásticas transparentes con cierre hermético, esas que se utilizan para congelar los filetes de pechuga de pollo. Son divinas para tener la ropa ordenadita y clasificada. Todos los días hay que sacar y meter ropa de las alforjas. A mi este sistema de envasado textil me resultó muy práctico. Es rápido y cómodo. No mezclas la ropa sucia con la limpia y si llueve la ropa no moja (mis alforjas no son estancas)
-Pequeño botiquín con gasas, cristalmina, tiritas… Ah y Fungusol en polvo, para evitar escozores y rozaduras a causa del sudor.
-Cámaras de recambio y parches, porque todos los caminos están llenos de rosas y espinas.
-Un bidón de agua de repuesto. Hay que beber continuamente, una no se puede arriesgar a quedarse sin agua en mitad del bosque.
-Crema solar protección total para cara y cuerpo y gafas de sol. Como el casco es aconsejable pero no obligatorio para este tipo de rutas, yo preferí llevar una gorra, no iba a hacer descensos a «tumba abierta».
-Neceser con cosas versión mini: minichampú, minigel, minipeine, minirimmel…, ¡hay que ganar espacio!
-Saco de dormir y tienda, ¿hay algo más placentero que dormir en la naturaleza? Sí, ya sé lo que estás pensando nena, ese hotel de cinco estrellas que viste en el catálogo de viajes es maravilloso, pero a ver cómo te lo llevas a cuestas cual caracol.
3. Crear una ruta.
A mí me encantan los mapas clásicos de toda la vida. Aunque hay aplicaciones estupendas con GPS sin necesidad de conexión a internet, creo que los mapas son indispensables. Me gusta ir viendo el recorrido, conocer el nombre del sitio al cual me dirijo, saber si hay algún desvío que te pueda conducir a algún lugar interesante… Me compré uno en la tienda Desnivel, que tienen de todo. Esa zona de Francia está llena de carriles para bicis. Nosotros elegimos ir por los carriles que están pegados a la costa, pero había un par de lagos más hacia el interior que queríamos conocer. Así que tendríamos que estar atentos para desviarnos. Cómo no sabíamos cual sería la distancia que haríamos en cada etapa decidimos no planear los lugares donde dormiríamos. Lo único certero era que nuestro tren llegaba a Irún y que allí tendríamos que regresar dentro de 10 días para poder volver a Madrid. Cómo lo íbamos a hacer era otro misterio.
4. Comprar billetes.
Decidimos empezar nuestra ruta en Hendaya. Tras estudiar varias opciones pensamos que lo mejor era coger un tren de media distancia de Madrid hasta Irún. Aunque el viaje es más largo, puedes llevar la bicicleta sin desmontar en un sitio apropiado para ellas. En los trenes Alvia te obligan a empaquetar la bici. Así que con un poco de antelación compramos nuestros billetes (ida y vuelta) y los de las bicis (suplemento de 3 euros).
Hay que estar atentos porque en teoría sólo dejan meter 3 bicicletas por tren. Digo en teoría, porque los revisores suelen ser majetes y al final te dejan. Pero la realidad es que sólo hay 3 enganches, ¿qué pocos, no?, si el grupo es de 4 ya estamos fastidiados.
5. Un día de prueba.
Cómo era la primera vez que me iba a enfrentar a una kilometrada tan larga con una bici ajena pensé que lo mejor sería tener un día de testing. Así que nos hicimos una ruta de 40 km por Perales de Tajuña.
Nada más subirme a la bici con las calas me fui directa al suelo. Y eso que parecía que tenía claro como desengancharlas! Justo en el momento en que dos ciclistas pasaban, yo ¡catapún!. Menos mal que los tipos ni se pararon, sólo soltaron un “ahivá!” que me humilló un poco más si cabe. ¡Qué vergüenza!
Afortunadamente este fue mi único accidente. Me subí a la bici y seguí practicando el momento desenganche, con un poco de miedo, eso sí, pero finalmente le cogí el truquillo.
Descubrí también que sería muy útil para el viaje ponerle una pata de cabra a la bici, así no tendría que apoyarla en ningún sitio si quería coger algo de las alforjas. Se encuentran en cualquier tienda especializada y no son caras.
Al acabar la ruta me dio pena tener que volver a casa, por mí hubiese seguido. Me sentí muy cómoda y las piernas apenas me dolían.
En un par de días comenzaría la aventura,
¡qué nervios! ¡qué ganas!
¿Aguantarían nuestras piernas?
¿Nos perderíamos en medio del bosque?
¿Encontraríamos sitios para dormir? y lo más importante… ¿Sería este el punto y final en nuestra relación?
Esto y más cosas en mi próximo post… to be continued
Me voy a correr!
15 comments
Join the conversationUnhingedMonica - 4 de septiembre de 2014
Ja ja!! Siempre se necesita menos de lo que se cree!! A mi curiosamente en mi primer viaje con alforjas lo que más dolió fueron los antebrazos. Porque yo he aprendido que a parte de todo lo que enumeras que comparto (pata d ecabra, culote, herramientas para curar a la potrilla cuando se hiere…) un manillar con varias posiciones para descansar las manos es un regalo de los dioses, porque yo hasta hace bien poco no sabía montar sin manos!! ¡Ahora sí!! y es muy guay! Yo no sé tú Marta, pero SIEMPRE, y digo SIEMPRE, me caigo en parado. Parezco tonta! (sólo lo parezco, porque no lo soy) ;P impaciente espero a la segunda etapa del viaje….
Marta Larralde - 4 de septiembre de 2014
Sí, la verdad es que es muy importante cambiar de posición, tanto para los brazos como para la espalda. Mi bici tiene unos cuernecillos en el manillar que permiten el cambio de postura. Ya me contarás que tal te van…jejjeje. Disfruta tu aventura! Será la próxima ruta que me recomiendes??? ojalá que sí!!! Ruedan abrazos
Charly - 4 de septiembre de 2014
Muy buena pinta el resto de la ruta. Deseando seguir leyéndote. ¡¡¿¿Pueden ser más fotos tuyas???!! Pedalea nena, pedalea….
UnhingedMonica - 5 de septiembre de 2014
Maybe, Nena! Ya te contaré, la llamamos la «tradicional de Cuenca» siempre la hacemos en la última luna llena del verano y la del día 9 es la tercera SuperLuna de este verano, la «luna del perigeo»!!!! Ya te contaré! Por cierto, me han asignado al proyecto de Cuando Deje de Llover, aquí estoy con el texto. ¡Flipante!
Marián - 5 de septiembre de 2014
Uy,que intriga…! Qué ganas de seguir leyendo tu aventura.
Si hasta me estás contagiando las ganas de andar en bici,cosa que no hago desde hace siglos.
Marga - 5 de septiembre de 2014
Se me acaba el viaje en tranvía… No puedo leer más de momento pero no me voy sin esa sensación de seguir leyendo hoy mismo…. Maravilloso martirio… Me nace el gusanillo
sara Buceta - 5 de septiembre de 2014
hay q tener valor y poquilla vergüenza para usar el anclaje al pedal!!, Jajajaj,muy bien relatado marta, un aplauso para ti!
David - 6 de septiembre de 2014
Si usted visita California, intente un viaje en bicicleta por «7 Mile Drive» en Monterrey. Es increíblemente hermosa. Paseo con cuidado, y beber suficiente agua.
Paco - 11 de diciembre de 2015
Marta cuanta flexibilidad tienes como se nota que haces ejercicio .Buena actriz y deportista y encima guapa lo tienes todo chica
karolina - 6 de septiembre de 2014
Valiente hazaña,dan ganas de coger una bici.Rápido el siguiente post estamos intrigados.
UnhingedMonica - 11 de septiembre de 2014
¿Porqué este post en Carrera?? Ibais compitiendo tu Perico Delgado y tú? Me, Don’t Understand. …Me gustaba más el otro look ;(
Sara - 26 de septiembre de 2014
Una descripcion perfecta de todo lo necesario para poder iniciar una fantantica ruta en bici.
Gracias!!!
Paco - 11 de diciembre de 2015
Marta cuanta flexibilidad tienes como se nota que haces ejercicio.Buena actriz y deportista y encima guapa lo tienes todo chica
Paco - 11 de diciembre de 2015
Dkz
Paco - 11 de diciembre de 2015
Un beso